Es imprescindible mantener la actividad central que da vida a la trashumancia: la ganadería. Su relación con la existencia de la red de caminos es indisociable. Para mantener el patrimonio natural, social, cultural y territorial que supone la red de vías pecuarias en Cataluña hay que fomentarla, y también complementarla con otros usos compatibles con la ganadería.
La ley estatal de vías pecuarias de 1995 abre la posibilidad de que las vías pecuarias tengan diferentes usos. Desde el grupo de trabajo se cree que tienen potencial los usos asociados a la gestión del medio natural, la valoración de las producciones locales y de proximidad, la valoración del medio y del paisaje rural, la conservación y el aprovechamiento de los caminos o la investigación sobre el pasado, la recuperación de las tradiciones y la divulgación cultural. Sin olvidar que si la red de vías pecuarias deja de tener su uso principal ganadero, comienza su deterioro y, por consiguiente, su olvido y el abandono de los posibles usos sostenibles que se puedan desarrollar.