Cercados eléctricos, elementos disuasivos olfativos o acústicos, adaptación del mobiliario urbano, sistemas de captura o campañas de sensibilización, son algunas de las medidas propuestas por la Diputación de Barcelona y la Generalitat
La existencia de jabalíes en zonas urbanas y carreteras es muy habitual en varias zonas de Cataluña y también al ámbito metropolitano. En muchos casos los ganaderos y los ayuntamientos optan para aplicar medidas para frenar su invasión en las ciudades o a los campos pero en algunos casos se hace de manera errónea.
Ante la demanda creciente de consultas de los entes locales a la Diputación de Barcelona y la Generalitat, estas dos instituciones han unido esfuerzos para ordenar y transmitir conocimiento sobre medidas efectivas para reducir los daños de los animales salvajes en Cataluña. En concreto, han publicado una guía para ayudar ganaderos y ayuntamientos a reducir los daños provocados por estos animales, sobre todo por los jabalíes.
En una rueda de prensa al castillo de Talamanca (lo Bages), este miércoles por la mañana, el diputado adjunto de Espacios Naturales de la Diputación de Barcelona, Jesús Calderer, ha afirmado que la guía se crea porque “detectamos que había muchas medidas que se aplicaban pero que no teníamos claro que funcionaran”. Por este motivo se ha querido recoger en un documento que además de ser físico también tendrá el formato digital en un web que se pondrá en marcha a principios del 2019.
Calderero ha añadido que se trata “de una guía viva que tiene que ir incorporando novedades”. Desde la Diputación se ofrecerá asesoramiento en los Ayuntamientos y formación a los técnicos municipales, así como apoyo económico para implementar algunas de las medidas propuestas.
Efectividad y sensibilización
En muchos casos las medidas que se aplican para evitar que los animales entren a campos y casas no son las adecuadas. Por eso, a la guía hay una ficha detallada para cada una de las propuestas donde se explica como se tiene que aplicar en función de la zona y el animal. Por ejemplo se contempla la instalación de cierres perimetrales, cercados eléctricos, elementos disuasivos olfativos o acústicos, adaptación del mobiliario urbano, sistemas de captura o campañas de sensibilización ciudadana.
La directora general de Ecosistemas Forestales y Gestión del Medio de la Generalitat, Montserrat Barniol, ha explicado que la guía “tiene que ser el máximo de efectiva para poder prevenir los daños y mejoras de las condiciones de las especies”. En este sentido, Carme Rosell, de la empresa encargada del proyecto, ha insistido en el hecho que “estas medidas que se proponen son para prevenir daños pero también para convivir mejor con especies salvajes que están aumentando en todo Europa”.
“En algunos casos tenemos que cambiar el comportamiento de las personas para evitar cambiar la condición salvaje de los animales”, ha asegurado Rosell, refiriéndose al hecho de no dar de comer a los cerdos jabalíes, una práctica fuerza habitual pero que no es efectiva. “Los jabalíes pueden encontrar todo el alimento que necesitan al bosque”, ha añadido. Las medidas pues, van dirigidas sobre todo al jabalí que Rosell ha apuntado que “es la especie más problemática” pero también por los corzos, los ciervos, el gamo o los conejos.
A Barcelona, sensibilizar y alejar la comida
En la presentación del catálogo de medidas para reducir los daños provocados por los jabalíes, la Diputación también ha señalado medidas concretas para Barcelona. En el caso de la capital catalana, el ente provincial insta a evitar que los animales tengan acceso al pienso de las colonias de gatos de los distritos de montaña.
Por otro lado, la Diputación también pide insistir en la sensibilización ciudadana para transmitir a los vecinos que es perjudicial dar de comer a los jabalíes directamente o facilitar que tengan acceso a alimentos. Las dos medidas van en la línea del plan de acción desarrollado por el Ayuntamiento de Barcelona.
La estrategia del consistorio también implica bloquear papeleras y contenedores en las zonas donde los jabalíes van a buscar comer y la modificación de algunas zonas verdes para hacerlas menos atractivas por los animales. También el desbroce de zonas verdes, que según el Ayuntamiento han tenido un efecto disuasivo del acceso de los jabalíes a la zona urbana. Además, durante el 2016 se capturaron 42 jabalíes que habían accedido al casco urbano y el 2017 se capturaron 34.